Hace algún tiempo, es notable la penetración de una parte de la sociedad dominicana de la llamada doctrina anarquista. La que se hace más patente especialmente en los sectores llamados sindicalistas del transporte público, los que se hacen acompañar para hacer sus escandalosos desordenes, por grupos de personas que por un motivo u otro están descontentos con las actuales autoridades gubernamentales las que de seguro conocen muy bien lo que representa dicha doctrina para el desenvolvimiento cabal de todos los sectores que conforman la sociedad dominicana.
Las autoridades no deben comportarse tan indiferentes frente a los promotores de la anarquía pues dichas autoridades tienen la obligación de mantener el orden constitucional y frenar esa doctrina mal sana , la que si nos descuidamos destruiría no solo el orden establecido, también el estado mismo, máxime cuando esos grupos tienen detrás a determinado grupo político, el que con sus actuaciones dentro y fuera del gobierno le importa poco la integridad de la patria, pues las ocasiones que ha tenido oportunidad de redimirla la ha denigrado. Y “ojo pelao” pues esos barbaros está nuevamente en esos menesteres.
Pero ¿Qué es la doctrina anarquista? El anarquismo es una doctrina política que objeta el principio de autoridad política y postula la tesis de que el orden social, es decir la sociedad, es posible y deseable sin tal autoridad, que en definitiva descansa sobre la idea del Estado. Al plantear la existencia de un orden social sin autoridad o sin Estado la crítica de los anarquistas se dirige hacia los conceptos de territorialidad (respecto del cual impugnan la noción de frontera), soberanía, derecho, medios de coerción y nación.
La esencia de la doctrina anarquista plantea un problema que afecta la relación entre estado y sociedad, pero hay matices tan diversos entre los partidarios del anarquismo que han surgido dentro de su propio seno varias escuelas o corrientes de pensamiento. Las dos escuelas de pensamiento más importantes son las del anarquismo individualista y las del anarquismo socialista, habiendo alcanzado esta última mayor prominencia por su inserción en el movimiento sindical, dando lugar a lo que se denomino anarco-sindicalismo.
El anarquismo socialista se opuso al socialismo planteado por Marx y Engels, y entre sus figuras más destacadas se encuentran Bakunin, principal teórico de la sociedad colectivista, y Kropotkin, partidario de las llamadas comunas autónomas vinculadas entre sí por un régimen federalista que sustituye a la nación. En América Latina, las ideas anarquistas penetraron por la vía del anarco-sindicalismo que logro desarrollarse en países como Argentina y Chile.
No hay comentarios:
Publicar un comentario