Hemos estado hablando de la doctrina anarquista, la que de un tiempo a esta parte ha penetrado con fuerza en el seno de la sociedad dominicana y asumida principalmente por determinados grupos políticos a través de los sindicatos choferiles, también llamados empresarios del transporte. Hemos hecho mención del nihilismo, sin explicar de dónde proviene esa doctrina, los alcances y propósitos de la misma, la que representó una corriente de pensamiento durante la segunda mitad del siglo XIX, rechazando todo orden social existente, incluyendo la familia y la moral.
En un artículo del numero 81 de la revista política, teoría y acción, del año 1986, esa doctrina viene del latín nihil y entre los pensadores más connotados se encuentran los alemanes Max Striner, Federico Nietzche y el novelista ruso Turgerniev, pero el origen de esta doctrina se encuentra en los sofistas griegos; para los nihilistas nada existe, y si por casualidad algún ser existiera seria incognoscible para el hombre y si fuera cognoscible su conocimiento seria incomunicable, razón por la cual san Agustín llego a sostener que nihilista es aquel que definitivamente no cree en nada.
Pero no es exactamente así, pues el nihilista cree en él mismo, en su propio yo. Striner por ejemplo, sostuvo: yo soy el criterio de la verdad. Todo, por lo tanto, debe ser referido al yo, que es la medida de la verdad de las cosas. En la Rusia zarista los nihilistas eran los revolucionarios que atacaban el régimen despótico del zar por la vía del terrorismo, y estaban compuestos por pequeños núcleos de intelectuales pequeño burgueses. Lo que indica que en el fondo el nihilista es un anarquista que rechaza el estado, el gobierno, la ley y todo principio de autoridad.
Su propósito político esencial es destruir todo lo existente para empezar una nueva reconstrucción, la cual parte de la nada. La debilidad del pensamiento nihilista es que consiste en una irracionalidad que pretende liberar al individuo como tal de todo lazo de opresión. Pero desconociendo al mismo tiempo el carácter evolutivo de la colectividad sobre el individuo.
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