La
acusación de comunista arreció con la llegada del PRD y mas tarde de Juan Bosch
al país y se recrudeció durante la campaña electoral mas contra Juan Bosch, que
contra el PRD, a tal grado llegó la situación de querer acabar con Juan Bosch
por parte de los sectores retrogradas, que horas antes de las elecciones organizaron
un debate por radio y televisión, y llevaron a un representante de la iglesia
católica, para enfrentar a Juan Bosch y probarle que era comunista, Juan Bosch
le ganó el pleito y contribuyó al triunfo electoral de PRD.
El
profesor Juan Bosch ganó las elecciones del 20 de diciembre del 1962, y antes
de que tomara posición el 27 de febrero de 1963, la oligarquía y el clero
católico, aliados a los yanquis, habían hecho planes para no dejarlo gobernar e
inmediatamente Bosch asumió el poder, esos sectores oligarquía, clero yanquis,
iniciaron una agresiva campaña de descrédito en contra de las actuaciones del
gobierno encabezado por el profesor Juan Bosh.
La
campaña se hizo por prensa, radio, televisión y desde los pulpitos de la
iglesia católica. Como si se hubiese tratado de contradicciones entre
religiones enemigas, cuando de lo que se trataba era de luchas sociopolíticas
reivindicativas, a favor de todos los dominicanos.
Esas
campañas mal sanas, invitando al pueblo a tirarse a las calles en las mal
llamadas manifestaciones de reafirmación cristianas, eran dirigidas por los
curas, oligarquías y el poder norteamericano, y además por Unión Cívica
Nacional, partido perdedor de las elecciones de diciembre 1962, y que por ende
debían salir del palacio presidencial, donde tenían a Bonelly y a un grupo de
cívicos en puestos claves.
El
pueblo trabajador exigía solución a sus añejos y prolongados problemas sociales
y Juan Bosch, mas que nadie lo sabia y estaba creando las condiciones para
resolver esos problemas, no para un grupo, sino para todos los dominicanos, lo
que no era del agrado del imperio yanquis enemigo declarado de que los países
débiles progresen con libertad y autonomía, ni de los grupos nacionales
retrogradas, acostumbrados al disfrute de privilegios irritantes y por eso,
tumbaron a Juan Bosch el 25 de septiembre del 1963, utilizando un grupito de la
alta jerarquía de las fuerzas armadas. A quienes habían aterrorizado con el
cuco del comunismo y actuaron obedeciendo ordenes de los yanquis y del clero.
Esa actuación de esos malos dominicanos se convirtió en una desgracia nacional
que, todavía hoy estamos padeciendo todo
lo negativo que ocasionó el golpe de estado de septiembre de 1963.
Para
suerte nuestra, un grupo de militares de todas las ramas de las fuerzas
armadas, se levantó en arma en 1965, en protesta por la represión y las
injusticias de gobierno triunvirato, que encabezaba Reed Cabral y pidiendo el
retorno de Juan Bosh, y la constitución de 1963; Ese movimiento militar
constitucionalista, recibió el inmediato apoyo popular, y cuando estaba a punto
de triunfar, y restaurar a Juan Bosch en el poder, los yanquis enviaron sus
marinos y desembarcaron en nuestro país 42,000 efectivos, equipados con las
armas, aviones, helicópteros, tanques de guerra y carros de asaltos, todos de
los mas modernos de esa época, y fue así que pudieron evitar el triunfo
constitucionalista y que Juan Bosch volviera al poder a contribuir, a resolver
los problemas que aquejaban a todos lo dominicanos, y prepararon una elecciones
a su manera y mediante un descomunal fraude,
nos impusieron a Balaguer, quien gobernó doce años corridos matando, capando y
señalando a casi todos los participantes
en el movimiento revolucionario de abril de 1965. De ahí para acá, hemos ido
dando tumbo.
Dos
partidos se apropiaron del país hasta 1996, gobernando a su antojo. En 1973
Juan Bosh salio del PRD y fundó el PLD, que fue creciendo en calidad y
cantidad, aun en contra de la voluntad de los dos partidos gobernantes, y 1990
ganó las elecciones pero le fue arrebatada mediante un fraude colosal, pero en
1994 se presento una tremenda crisis política, originada porque los dos
partidos gobernantes se hicieron fraudes en la elecciones de ese año, y el PLD
presento la solución a esa crisis para evitar un seguro rompimiento de la
institucionalidad, lo que constituyó a que el pueblo y algunos sectores de
poder sintieran tranquilidad y cierta satifsfaccion con la actuación del PLD en
la solución de la crisis.
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