La medida tomada por el señor
presidente constitucional de la republica doctor Leonel Fernández de reforzar
la policía nacional con militares previamente entrenador para tales fines, o
sea, para que actúen conociendo cabalmente sus funciones como policías y no
como guardias, satisface en gran manera las aspiraciones de la mayoría de la población
que está compuesta por varios sectores de clase que conforman el grueso de la
sociedad dominicana.
Como es natural, un grupo muy
reducido de gusarapos con su jefe mayor han manifestado resistencia a dicha
medida; y es lógico que así sea, pues si le ponen atención a las declaraciones
del gusarapo mayor en el sentido que esos refuerzos no frenaran la delincuencia
nos daremos cuenta en seguida de donde provienen los desordenes acecidos en
todo el país por un motivo u otro, encadenados uno a otro como si se tuviera la
intención de desestabilizar la constitucionalidad buscando provocar
desobediencia civil.
Pensando en eso, es que en artículos
anteriores hemos estado hablando de que hay que tener cuidado y poner mucha atención
a los promotores de la anarquía en nuestro país , la que hace bastante tiempo
penetro a una parte de la sociedad dominicana través de un grupo político de
mucha incidencia en los llamados sindicatos del transporte público. Y a otros
grupejos dizque apolíticos, a los cuales el grupo mayor le ha inyectado esa
doctrina maligna, los que con su apoyo y complicidad se dedican a realizar
desordenes de toda magnitud sin importarles las consecuencias. Ahí tenemos el
caso del señor Juan Hubieres y su grupo de mercenarios que para muestra, basta
ese botón.
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