martes, 1 de febrero de 2011

Las Últimas Crisis Electorales en República Dominicana


Hace años escribimos un artículo titulado los fatídicos ocho años de desgobiernos perredeistas. Dicho articulo estuvo inédito por razones obvias durante varios años. En el decíamos que los dos gobiernos habían desplazado del poder al gobierno del doctor Joaquín Balaguer, quien había gobernado el país a sangre y fuego, durante los años 1966 hasta 1978, utilizando los métodos usados por las nacientes burguesías europeas del siglo XVI para crear lo que hoy llamamos capitalismo, y las malas actuaciones de esos dos gobiernos del PRD llevaron al poder a los reformistas con balaguer nuevamente como presidente, durante diez años, desde agosto del 1986 hasta 1996.

Después de mucho batallar asimilando y recordando las elecciones del 1990 en la que el dr. Balaguer arrebato el triunfo al PLD y a Juan Bosch mediante un gigantesco y asaroso fraude electoral, llegamos al año 1994 en el que se celebraron elecciones generales. Los partidos perredeistas y reformistas captaron la preferencia del electorado, aunque esto no impidió que ambos se hicieran fraudes, y luego de pasada las elecciones se declararán ganadores, lo que trajo como consecuencia una crisis política post electoral que prácticamente paralizó la economía nacional. 

Si no interviene inteligentemente el partido de la liberación dominicana, llamando al dialogo a todas las fuerzas sociales y políticas del país, incluyendo las emergentes, a los sectores empresariales, sindicales y religiosos, conjuntamente con  personalidades independientes, no se sabe hasta donde habrían llegado las consecuencias del fraude.  En este dialogo el PLD presento el llamado pacto por la democracia, el cual dice en su segundo párrafo:

Que los conflictos como consecuencia de los comicios efectuados el 16 de mayo de 1994 han afectado la unidad de la familia dominicana.

En el noveno considerando dice:

Se establece el compromiso de todas las fuerza firmantes sobre la preservación de la paz social, el orden público y el respeto al régimen constitucional.

Fueron muchos los considerandos y numerales del pacto por la democracia; creemos que con los dos citados, nos damos cuenta de que la situación en esos días estaba un tanto color de hormiga coloradas.

La mayoría de los acuerdos consignados en el pacto se cumplieron sin muchos problemas, pues este fue elaborado convenientemente benigno con los partidos y sus dirigentes perversos, participantes todos, en las elecciones. A decir verdad, todos, salvo algunas excepciones, fueron responsables del fraude y solamente se sancionados dos personas, al presidente y al vicepresidente de la república. Los demás camajanes fueron revestidos con el manto sagrado de la impunidad; nos referimos obviamente a senadores, diputados, síndicos y regidores, los que muy complacientemente y sin ningún tipo de repugnacia asumieron sus funciones. Eso es para que uds, apreciados lectores, tengan idea de como es que funciona la “demoniaca represiva” en nuestro país.

En un próximo articulo escribiremos sobre el Frente Patriótico Nacional, del comportamiento de los dos grupos que se hacen llamar partidos políticos.

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